jueves, 13 de octubre de 2016

Las 35 horas de la discordia.

El Consejo de Gobierno de la Junta de Andalucía dio ayer luz verde a la recuperación por parte de los funcionarios de la jornada laboral de 35 horas semanales, que volverá a implantarse a partir del 16 de enero de 2017. Hasta ahí, todo según lo previsto por el ejecutivo de Susana Díaz, que presentó esta medida como una de sus propuestas estrella y como bandera contra los recortes «impuestos» desde el Gobierno central.


Sin embargo, lejos de contentar a todos, la recuperación de la jornada laboral previa a la crisis puede acabar costándole al Gobierno autonómico un serio disgusto después de que el Sindicato de Trabajadores de la Administración de Justicia (STAJ) haya decidido acudir a los tribunales.


El STAJ no sólo criticó que los funcionarios de Justicia hayan sido excluidos de las 35 horas, sino que además arremetió contra el acuerdo entre CCOO, UGT, CSIF y la Junta al considerar la recuperación de la jornada laboral como moneda de cambio por no devolver de inmediato la paga extra de 2012 que aún debe la Junta y aceptar que lo haga en plazos y hasta 2018.


Por eso, STAJ anunció que ha interpuesto una demanda ante el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) para forzar a la Junta a que pague de una sola vez y de inmediato la extra tal y como obliga la ley de presupuestos generales del estado de este año.Lo acordado entre la Junta y «sus sindicatos amigos», señaló ayer STAJ no es sino un «lamentable e ilegal amaño» y un «cambio de cromos».


El colectivo de trabajadores de la Administración de Justicia sufre así, según este sindicato, una doble discriminación, puesto que son los únicos que están sujetos a la ley de presupuestos nacional y, por otro lado, no se van a ver beneficiados por la reimplantación de la jornada laboral de 35 horas semanales.
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