sábado, 15 de octubre de 2016

Fallos tecnológicos obligan a suspender y retrasar decenas de juicios en Galicia.

La modernización tecnológica se abre camino poco a poco en los juzgados en un proceso que no está exento de problemas. Una de las herramientas que con mayor rapidez se ha implantado en la cotidianidad de los tribunales es el sistema de videoconferencias. No en vano, en lo que va de año se han llevado a cabo 3.231 conexiones en las ocho ciudades gallegas. La ventaja es enorme, porque permite hacer declaraciones de testigos y acusados a distancia, evitando las molestias de un desplazamiento. El lado negativo se vive con cierta frecuencia y es que cualquier fallo tecnológico puede derivar en la suspensión o retraso de un juicio.En los partidos judiciales más importantes de Galicia el problema es real.

En Santiago, afecta especialmente a los juzgados de lo Penal, en los que se han tenido que suspender juicios por la imposibilidad de realizar una videoconferencia. En Ourense es la Audiencia Provincial donde más se percibe este problema. Se han dado casos como el de un acusado que declaró desde Vigo para aceptar una pena y, al fallar el sistema y solo dar imagen, el magistrado que presidía el tribunal completó la comunicación teléfono móvil en mano.

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