Montones de cajas llenas de navajas y
cuchillos, documentación amontanada en la sala de la caldera o incluso
presencia de ratas. Esta es la descripción que, a grandes rasgos, hace de los
juzgados de Vilagarcía y Cambados la Defensora del Pueblo, Soledad Becerril, en
el informe anual del año 2014. La titular de este órgano incide en que se
inició “una actuación de oficio” en los dos inmuebles “al tener conocimiento de
la falta de espacio en los juzgados”.
De hecho la documentación aportada incide
en que en los archivos de los juzgados de la capital arousana existen
expedientes de asuntos penales y civiles que datan de los años 40 y que ello
lleva a tener que almacenar los nuevos informes en los pasillos o incluso en la
vieja sala de calderas.
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